Ella no tuvo la oportunidad de estudiar en su país natal, Haití. Luego debió migrar a nuestro país junto a su familia en lo que fue un proceso lleno de incertidumbre y carencias económicas y sociales. Pero en Escuelas del Cariño, apoyada por un equipo de profesores y profesionales especialistas en Educación de Adultos, encontró un espacio para desplegar sus potencialidades y anhelos de mejorar sus posibilidades de desarrollo personal.

“Nuestro esfuerzo no fue en vano, podemos lograr muchas cosas en la vida que hemos creído imposibles. Las salidas a conciertos, teatros, shows de música, cuenta cuentos, salidas a museos, hicieron posible que hasta los más introvertidos se abrieran para hacer todo tipo de actividades en grupo. Sin embargo, no fue nada fácil, muchos de nosotros trabajamos, y era complicado llegar a la hora, y nos enfermamos, perdimos clases, pero gracias a nuestra fuerza de voluntad nunca nos rendimos, y este es el fruto de la semilla”, explica Laury Poucely (21), quien fue distinguida como mejor egresada de 4° Medio en Escuela del Cariño Alborada de Pudahuel.

“Espero que  muchas personas como yo”, agrega la joven, “sigan luchando por obtener todos sus sueños. Fue difícil porque el español no es mi idioma natal, pero fue una experiencia muy bonita, crecí mucho como persona, logré ser más sociable y mejor intelectualmente hablando. Estoy feliz porque ahora puedo ayudar a construir una sociedad más digna, donde las personas se toleren”.

Una de las características que guía la acción pedagógica en las comunidades educativas de nuestra Corporación es integración multicultural. Se trata de inculcar el respeto y diálogo permanente entre personas que provienen de culturas diferentes, pero que están unidas en el deseo de tener una mejor vida, a nivel individual y familiar.

Con una hermosa sonrisa y una mirada de esperanza Poucely concluye: “El destino lo escribes tú y en ese proceso, el haber pasado por Escuelas del Cariño me marcará para siempre”.