El programa gubernamental busca promover la autonomía económica de las mujeres jefas de hogar mediante la entrega de herramientas que les permitan generar ingresos propios a partir del trabajo remunerado. También promueve la conciliación de las labores fuera de casa y las de carácter doméstico y de cuidados.
A través de convenios de transferencia de fondos y ejecución entre el Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género (SERNAMEG) y los municipios, gracias a esta política pública se realizan talleres de formación para el trabajo de mujeres dependientes e independientes, acceso a red de apoyos para la empleabilidad, y un trabajo intersectorial con apoyos para mejorar las condiciones de empleabilidad.
Es el caso de la municipalidad de La Cisterna, cuyas Oficinas Municipales de Información Laboral (OMIL) desarrollan una incansable labor con las mujeres jefas de hogar de la comuna. Violeta Antimil, asistente social y coordinadora del programa, explicó que “promover y fortalecer la inserción y desarrollo laboral de las mujeres trabajadoras con responsabilidades en sus familias, y que generalmente son quienes proveen el sustento económico de su hogar, implica superar una serie de barreras al momento de encontrar un trabajo”.
“Es necesario que tengan entre 18 y 65 años de edad, que sean económicamente activas y con responsabilidades familiares, el principal sustento económico del hogar”, agrega la profesional, “e incluye a las mujeres que están en la condición de trabajadoras jefas de núcleo secundario, es decir que son económicamente activas y que viven al interior de un hogar que tiene un jefe o jefa distinto a ella, pero que con su aporte económico mantiene cargas familiares de su núcleo”.
Un elemento fundamental que exige el ministerio, es que las beneficiarias regularicen sus estudios básicos y medios, ya que la educación es un poderoso instrumento para superar las desigualdades. Para Antimil, es necesario reconocer el esfuerzo que hace cada mujer jefa de hogar, su fuerza, su coraje y su vigor. Ellas necesitan más oportunidades, mejores trabajos, y educación gratuita y de excelencia”.
El concejal cisternino, Alejandro Urrutia, quien a lo largo de su gestión se ha comprometido con esta red municipal de la cual Escuelas del Cariño es parte fundamental, ya que la Corporación es la encargadas de entregar nivelación de estudios, puntualiza que “las mujeres que participan del programa pertenecen a los tres quintiles de población más vulnerables del país, y aunque algunas se han licenciado de 4° Medio, necesitan capacitación en los ámbitos tecnológico y de administración financiera para sacar adelante sus hogares, empeño en el que muchas veces están solas”.
“Es una oportunidad de integración laboral, cultural y social que permite terminar con la marginalidad y segregación, en la que se privilegia el trabajo colaborativo, el emprendimiento, la capacitación y nivelación de estudios entre otras actividades”, concluye Urrutia.